No existe problema con la edad del cachorro. No obstante, si aún no está vacunado, se debe de tener cuidado al realizar el baño en un ambiente cálido y tener la precaución de secar muy bien al cachorrito, preferiblemente primero con una toalla y luego con secador, con el fin de que no queden restos de humedad en el pelo.

El problema del baño se centra en que no “coja frío” y pueda padecer una enfermedad que deprima las defensas del mismo, que lo harían más vulnerable a las enfermedades frente a las que intentamos protegerle con la vacunación.

En general, hasta 10 días después de la segunda dosis de vacuna ( en protocolos de vacunación de 3 dosis),evitando contacto directo con otros perros y áreas frecuentadas por más perros. Tras 7-10 días después de la tercera dosis se le puede sacar con total normalidad.

No obstante, aconsejamos realizarlo cuanto antes, pero con prudencia, para que el cachorrito entre en contacto temprano con todo lo que será su entorno habitual.

En este tema es muy importante recalcar que el “período de socialización” del cachorro ( de acostumbramiento y adecuación a un buen comportamiento con el medio ambiente en el que se va a desarrollar) se produce durante aproximadamente los tres primeros meses de vida. En este tiempo el cachorrito ha tenido que haber entrado en contacto con todas las situaciones en las que se va a desenvolver cuando sea adulto ( otras personas, animales, en la calle la presencia de ruidos, coches, autobuses, etc.). Si no tenemos esta precaución, es posible que luego, frente a situaciones nuevas demuestre miedo y sea difícil el que se adapte a ellas.

Todo dependerá de la edad del cachorro, del estado de salud, de la existencia de determinadas enfermedades en la zona, así como de su situación dentro del protocolo de vacunación. Consúltenos, le asesoraremos para evitar riesgos.

El cachorro, ha aprendido a hacer sus necesidades en casa, puesto que no ha salido tan apenas a la calle. Lo primero que tendremos que hacer es: armarnos de paciencia. Al principio, el cachorro disfrutará mucho con el paseo, siendo una diversión tremenda para él y generalmente no orinará ni defecará en el lugar de paseo y sin embargo en el momento de llegar a casa, probablemente será lo primero que haga.

Se tratará de hacer los paseos con un horario lo más fijo posible, para que sepa cuando “toca salir a la calle”.
Deberemos utilizar el sistema premio-castigo para poder premiar en la calle y castigar en casa ( consultenos para que le podamos explicar el sistema).

Hay algunos trucos que podemos utilizar.

• Fíjese cuando suele defecar, generalmente lo hacen poco después de haber comido, intente pues hacer coincidir la salida con ese tiempo.
• Prolongar al máximo el tiempo del paseo para “forzar” al cachorro a que orine o defeque en la calle.
• Las primeras veces sacarle más veces de lo normal a la calle.
• Hacerle beber un poco de agua antes del paseo para que durante el mismo tenga ganas.

Normalmente cada 6 meses. Pueden existir variaciones individuales, es decir, perras que lo tengan cada 5 meses o cada 7 meses. Lo fundamental es que ese periodo entre celos sea regular. Generalmente, cuando la perra se vuelve mayor, este periodo se va alargando llegando a tener a veces sólo un celo al año. Pero a pesar de la edad, el celo no desaparece.

Simplificando un poco, podemos decir que el celo tiene dos “fases”. Durante la primera manchan un flujo serosanguinolento alrededor de unos 7 a 14 días. Posteriormente van dejando de manchar gradualmente ( 2ª fase) y entonces son receptivas a la monta del macho. Esta fase dura aproximadamente una semana. Posteriormente van desapareciendo los signos del celo, siendo pues la duración completa del celo aproximadamente de unas 4 semanas. Tenga en cuenta que son periodos aproximados y existen variaciones individuales.

La gata es muy diferente a la perra en cuanto a los celos. La gata tiene generalmente dos épocas de celo al año. Durante estas épocas tienen varios celos. Los celos son muy cortos , entre 5 y 7 días, luego aparece un periodo de descanso muy variable, en general de pocos días ( 4 – 5 días) y después vuelven a comenzar. Esta época varía muchísimo entre las gatas, pues está influenciada por factores externos como la presencia de otras gatas en celo, gatos machos no castrados, temperatura ambiental, horas de luz, etc.

No hay nada de cierto en esa afirmación. El principal factor que produce tumores de mama es el genético, por tanto los partos o las lactaciones no influyen en esto. También es cierto, que bastantes tumores de mama son hormonodependientes (influenciados por las hormonas) y que por tanto aparecerán o crecerán de tamaño durante el celo y su periodo posterior. Este tipo de tumores, sólo se podría evitar esterilizando ( “castrando”) antes de la aparición del primer celo.

Cada vez están apareciendo más estudios sobre patologías relacionadas con la castración temprana, tanto en machos como en hembras. Es por esto que nuestra recomendación es realizar la esterilización una vez que ha terminado la fase de crecimiento y se encuentra en la pubertad.
En general dicho periodo será depués del primer celo en las hembras y entre los 6-8 meses en los machos.

La ley de protección de los animales prohíbe cualquier amputación para propósitos estéticos, ya sean de orejas y/o rabos. Lo mismo ocurre con la amputación de las uñas en los gatos. Si desea ver completo el texto de la Ley de Protección de los Animales pulse aquí

Generalmente es por un exceso de sarro en los dientes y muelas dando lugar a gingivitis ( inflamación de las encías) e infecciones periodontales. Son precisamente estas infecciones las que generan el mal olor del aliento.

Para prevenirlo es muy importante una buena alimentación basada si es posible en comida seca ( pienso) para favorecer la masticación y con ello, el "cepillado" mecánico de los dientes. Recomendamos cepillar los dientes si es posible, cada 2-3 días. Para ello recomendamos la utilización de geles o pastas de dientes específicas.

Existen en el mercado diferentes presentaciones de comida húmeda ( latas). En cuanto a la comida casera, tiene que recordar que todo lo que aportamos aparte del pienso, desequilibra su nutrición. Si le queremos premiar con algún capricho podemos utilizar ( siempre en pequeñas cantidades) yogourt natural, fruta ( salvo cítricos y frutas tropicales en general), galletas de cereales ( sin nata, chocolates, etc.) y algunas “chuches” para ellos. Con estas últimas, recomendamos mirar siempre la composición y si ésta no está muy claramente descrita en el envase, no utilizarlas.

Por supuesto, desaconsejamos : administrarles huesos, carne, pescado o vísceras crudas, chocolates, natas, embutidos, etc.